La democratización de la tecnología
En estos días en los cuales la tecnología se usa de forma estúpida para dar mejor trato a unos clientes que a otros, ofreciendo determinados servicios solo en las clases más exclusivas, resulta todo un soplo de aire fresco el hecho de que los Boeing 777 de Air France cuenten con una pantalla individual para cada pasajero en la cual el pasajero puede ver hasta 6 películas distintas, series de TV, jugar al ajedrez o ver la posición exacta del avión. Sería deseable que muchos gestores aprendieran de este comportamiento de Air France.
Facilitando también la vida de sus clientes de las clases más económicas logra, sin duda alguna, una mayor fidelización de todos sus clientes. ¿De verdad, señores directivos, que no se les ocurre otra forma de mejorar su servicio a sus mejores clientes que cercenar artificialmente el uso de la tecnología de manera que solo unos pocos disfruten de ella? ¿No creen que quizás la inversión en la clase business puede estar en dar un mejor servicio por medio de las personas y dejar que la tecnología se encuentre democratizada, olvidando estos intentos artificiales de poner puertas al campo?
Es decir, no restrinjamos el alcance de una tecnología que no nos cuesta nada que use todo el mundo para darle a unos cuantos sensación de mejor servicio.
En esta misma línea, en noviembre del año pasado un post titulado "Perjudicar a un cliente para beneficiar a otro" referente a la cada vez más frecuentemente retrasada en sus vuelos Binter Canarias.
ACTUALIZACIÓN: Vía Engadget, Singapore Airlines pone en marcha un programa de tecnificación de sus vuelos; los de primera clase disfrutarán de TFTs de 23 pulgadas, pero los de turista también tendrán su TV personal con más de 1.000 películas a la carta.
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