La última. En serio, ya no sigo dando la matraca con este tema. Último post dedicado al tema. En esta ocasión, hablaré de universidades. Ya sé que las comparaciones son odiosas. Y, claro, intentar comparar Stanford o la Universidad de San Francisco con las universidades de por aquí es un poco disparatado, pero voy a intentarlo.
Primera cuestión. El domingo por la tarde fuimos, como ya he comentado en un post anterior, a la Universidad de San Francisco a que nos dieran una charla. Y la primera en la frente. Domingo por la tarde, y la Facultad de Empresariales de la USF llena de estudiantes trabajando en casos, con sus portátiles, discutiendo, haciendo trabajos, colaborando entre ellos. Un poco alejado de lo que se suele ver en la ULPGC los domingos por la tarde: nada.
Segunda cuestión. Visita al campus de Stanford como visitante anónimo, sin nadie que nos guiara. Un campus espectacular, inmenso, señalizado, ajardinado, lleno de bicicletas, sin coches, relajado. De nuevo, algo alejado de la imagen de la ULPGC.
Tercera cuestión. Entré en la web de la Universidad de Stanford y me encuentro una página con datos de Stanford. Y empiezo a entender quién paga los jardines y el ambiente. Los costes medios por un año de estudios para el curso 2005-06 son de 31.200 dólares (aproximadamente unos 4 millones y medio de pesetas). También un poco alejado de lo que recibe la ULPGC por cada estudiante, incluidos todos los conceptos: algo menos de un millón de pesetas.
Cuarta cuestión. Supongo que no será cosa de empezar a hablar de los premios Nobel (17 por ahora en Stanford) de cada institución y cosas por el estilo. Lo único bueno es que, por ahora, mientras aquí sigamos sin tener ninguno, por muchos que consigan allá el ratio será siempre el mismo :-o
Quinto, a la izquierda, una foto del que escribe con su blog en un Apple en la tienda de la Universidad de Stanford, un lugar de por si espectacular para estar dentro de una universidad.
Mejor no seguir.
En resumen: ¿podemos comparar Stanford y la ULPGC? Pues parece que no. Pero, ¿puede que las diferencias sean un reflejo de las diferencias sociales y culturales entre ambos mundos? Posiblemente sí. Incluso un reflejo de lo complicado que puede ser montar un movimiento tecnológico en Canarias. Parece que nos queda un largo, largo camino que andar. En estos casos, siempre me viene a la mente el hecho que comentaba el ahora Director General de Universidades, Gonzalo Marrero, acerca de que, hace sólo 100 años, a finales del siglo XIX, 98 de los 100 mejores centros de investigación a nivel mundial se encontraban en Europa. 100 años después, la situación era exactamente la contraria. ¿Será posible darle de nuevo la vuelta a la situación o, por lo menos, reequilibrarla?. Desde luego, complicado parece. Pero si ni siquiera lo intentamos...
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