Silicon Valley. Impresiones (I)

Cambiando ligeramente la dinámica de este blog, hasta ahora no había acostumbrado a contar en el mismo demasiadas experiencias personales de viajes, dedicaré este post y algún otro, espero, a contar algunas impresiones de un viaje reciente al Silicon Valley. Creo que la importancia del viaje justifica este cambio.

Para empezar, una de las cosas que más me llamó la atención del Silicon Valley desde el principio fue la dispersión del mismo. Yo esperaba encontrame una especie de valle por el cual fueras ascendiendo y que a cada lado del mismo hubiera sedes de empresas, o carreteras en las cuales estuvieran las mismas, todo muy junto, muy concentrado, con el tema de las oficinas todas en una misma zona y las áreas residenciales separadas de las mismas. La realidad es bien distinta.

El Silicon Valley, aunque originado entre las zonas de San José y Palo Alto, se extiende hoy casi desde que sales de la ciudad de San Francisco propiamente dicha hasta que llegas e incluso pasas los ya mencionados San José y Palo Alto, es decir, una extensión de 30-40 kilómetros, en la cual hay muchísimas empresas de tecnología, pero también todos los demás sectores productivos, además de ciudades completas.

Relacionada con la anterior, otra de las cosas que me sorprendió es que, acudiendo a uno de los motores económicos de Occidente, uno espera ver una zona con un desarrollo económico prodigioso, especialmente en lo que a infraestructuras (aeropuerto, autopistas, edificios, puentes, etc.) se refiere. También aquí la realidad no era esa. El nivel de las infraestructuras que encontré es bastante normalito, del mismo nivel o peor que en otras partes de EE.UU. Eso sí, los costes de todo estaban por las nubes, mucho más altos que en Nueva York, por ejemplo.

Aunque seguiré con esta serie, dejo aquí una foto de una de las visitas que pudimos hacer, la del Museo de la Computación de Intel, en el cual tuve la oportunidad de fotografiarme con el primer PC que existió, el IBM PC de 1981. No está mal, ¿eh?

CONTINUARÁ...