Nuestra capacidad de adaptación a los teclados
De siempre es sabida la capacidad humana para adaptarse a los peldaños de las escaleras. Es decir, al poco de comenzar a subir una escalera, tu cerebro calcula exactamente la distancia entre peldaños y vas subiendo sin mirar de forma perfecta. Por eso, una de las cosas más delicadas en una obra de arquitectura es el hacer regulares todos los peldaños de las escaleras, dado que un error de milímetros puede hacer que la gente tropiece de forma constante en un peldaño determinado; cosa que seguro que todos hemos visto y vivido en alguna ocasión y pensábamos que era por nuestra torpeza.
Haciendo un símil, me sorprende nuestra capacidad de adaptación a varios teclados simultáneamente. Cuando te dan un teclado nuevo, tardas un par de días en hacerte a él. Una vez que controlas la distancia entre teclas, la posición de las manos, etc, todo marcha sobre ruedas. Pero, curiosamente, si trabajas habitualmente con 3 ó 4 teclados (casa, portátil, oficina, etc.) ocurre que cada vez que te sientas en uno de esos teclados distintos que tu cerebro "ya recuerda" es sentarte y empezar a escribir como si fuera tu teclado habitual.
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