Hace unos meses tuve la ocasión de acudir a un congreso (ITEM 2010, working group 3.7 de IFIP) que se celebró en Botsuana. Debido al tipo de viaje, sólo fui a un sitio del país, por lo que lo que voy a contar probablemente no sea 100% representativo de lo que es el país, pero quizás pueda ayudar a conocerlo en cierto sentido.
En primer lugar, indicar que, en general, me da la sensación de que por España no se conoce en exceso Botsuana. Lo estuvimos comentando con los asistentes botsuanos del congreso, que se sorprendieron en gran medida de esta circunstancia, especialmente cuando les decíamos que sí que conocíamos (al menos el nombre y algún dato básico) muchísimos países africanos: Sudáfrica, Ruanda, Angola, Marruecos, etc. Luego de discutir un rato sobre el tema, a la conclusión unánime a la que llegamos fue que, probablemente, Botsuana no sea conocida en exceso simple y llanamente porque hasta ahora nunca ha sido protagonista de ninguna noticia negativa (desastre natural, golpes de estado, matanzas, hambruna) que, desgraciadamente, suele ser lo que nos llega de los países africanos a estos lares. Si es así (que no lo sé) sería una pena que un país fuera desconocido simplemente porque nada malo ha pasado allí. Botsuana cuenta con 2 millones de habitantes en un territorio de extensión similar a España, si bien el mismo está cubierto en un 70% por el desierto del Kalahari.
Desde su independencia en 1966 el país se ha caracterizado por una gran estabilidad política. Dado que dispone de diversos recursos naturales (diamantes y minerales), la situación económica es relativamente decente. Hay pobreza, pero por lo que cuentan, no se dan las situaciones de hambruna que a veces asociamos a África. Lo que pudimos ver nos confirmó esta impresión: gente que vive dignamente con una economía de subsistencia.
En cuanto al aspecto de trabajo del viaje, Botsuana nos dejó muy favorablemente impresionados a todos los que fuimos. Tecnológicamente tienen algún retraso respecto a Europa, cuestiones que para nosotros ya están pasadas (por ejemplo, el uso de las plataformas de teleformación) son proyectos allí de hace 1 ó 2 años. Claro que un amplio porcentaje de escuelas aun no cuenta con electricidad, con lo cual es comprensible que la implantación tecnológica sea más lenta, pero diría que el retraso es de 5 años aproximadamente. Tienen proyectos en marcha de gobierno electrónico, por ejemplo, que son relativamente similares a los que había en España hace unos años. La gente con la que pudimos compartir tiempo y discusiones nos dio sensación de muy bien preparada (tanto por haber estudiado en Botsuana como otros que estudiaron en el Reino Unido o en EEUU) y bien enfocada en sus necesidades. Además, es interesante ver que hay una dinámica de cooperación entre ministerios y que los políticos que vimos tenían todos muy mentalizados la necesidad de apostar realmente por las TIC como medio de dar un salto cuantico y aproximarse a Europa y EEUU.
En cuanto al aspecto turístico, fue inmejorable. Estábamos en la ciudad de Kasane, al norte, justo en la frontera de Botsuana, Zimbaue, Namibia y Zambia. Justo a la entrada del Parque Nacional Chobe, una de las mayores reservas del mundo de elefantes (¿más de 120 mil, nos dijeron?), donde vimos elefantes (más de 1.000), leopardos, jirafas, hipopótamos y cocodrilos. Realmente una experiencia impresionante. A 80 kilómetros tan sólo se encuentran las Cataratas Victoria (las de Livingstone), una belleza natural incomparable, considerada una de las Siete Maravillas Naturales del mundo. En resumen, un lugar fantástico.
Para llegar hasta Botsuana, hay que volar a Johannesburgo y de allí coger vuelo a Gaborone (la capital de Botsuana) o bien directo a Kasane. Si nunca te habías planteado Botsuana como destino, te lo aconsejo.