viernes, 12 de septiembre de 2008

Google Chrome

¡Por fin ya estoy de vuelta! No es que todavía estuviera de vacaciones, simplemente me ha costado un poco arrancar. Pero ya va a empezar el martilleo habitual. Y, como no podía ser de otra forma, el primer post post-veraniego va dedicado a la que ha sido la gran estrella-vedette de estos días: Google Chrome, el navegador de Google. Imagino que ya sabrás que Google decidió hace unos 15 días, entrar de lleno en el mercado de los navegadores, ese programita que usamos para ver páginas web. Lo que sigue son mis primeras impresiones después de usarlo unas cuantas veces y leer algunos de los millones de documentos que ya hay en la red dedicados a este tema.


La primera impresión (que a veces engaña): está bien, tiene cosas simpáticas, pero no es rompedor. Gmail, cuando debutó, introdujo algunas características realmente innovadoras para los sistemas de correo de aquella época; algunos, yo mismo entre ellos, tardamos algún tiempo en adaptarnos a esas características. Google Chrome introduce algunas cosas, pero si eres usuario habitual de Firefox (¿de verdad alguien en su sano juicio sigue usando Internet Explorer?) las novedades son menos. Vayamos por partes.

- Rapidez. La gente de Google presume de tener un navegador rapidísimo. En el video de presentación lo comparan con Internet Explorer (claro, muy listos) y es muchísimo más rápido. Hasta navegar construyendo las páginas web a mano sería más rápido que usar IE. Con quien hay que compararlo es con Firefox. En este sentido, a mi me ha pasado una cosa curiosa. Lo descargué el día que salió e iba mucho bastante lento que Firefox (por ejemplo, Google Calendar tardaba más de 20 segundos en estar disponible). Hoy lo he vuelto a descargar y va infinitamente más rápido, no soy capaz de decir si más lento o más rápido que Firefox, pero al menos, en los mismos órdenes de magnitud. O sea, que lo que sí está pasando es que la gente de Google tiene toda una maquinaria puesta a trabajar para mejorar el navegador constantemente. Por lo tanto, y conociendo a Google, sólo cosas buenas se pueden esperar de los próximos tiempos.

- Estética. Han rediseñado parcialmente la interfaz a la que estamos habituados. No hay barra con el nombre del programa. Los tags están en la parte superior de la pantalla. Esto último no me convence, porque siendo un ganso integral, me supone que tengo que desplazar un poco más el ratón cada vez que quiero abrir o cerrar una pestaña. Pero claro, la verdad es que, respecto a Firefox gana un buen trozo de pantalla. Cuando estás viendo cosas como, por ejemplo, mi listado de fuentes RSS (que ya supera las 50), es una maravilla. Me gusta.

- Independencia de pestañas. Dicen que cada pestaña es independiente (es verdad que ahora mismo tengo 5 procesos chrome corriendo en mi equipo) y que si una se cuelga, no cuelga el resto (esto no lo he comprobado aun). Cada pestaña se puede arrastrar al escritorio para tener un acceso rápido, p.e., a una aplicación web que usas habitualmente (tu banco, la contabilidad). Interesante concepto.

- Versiones. Por ahora sólo está disponible para Windows, lo cual sorprende siendo un producto de la factoría Google. Prometen tenerlo en breve para Mac y para Linux. Pero estas prisas en sacarlo cuando sólo está la versión de Windows no dejan a Google en muy buen lugar.

- Barra de direcciones. Interesante concepto a la Google. Empieza a escribir una dirección o una búsqueda en la barra de direcciones y lo que pasa es alucinante. Te sugiere posibles búsquedas a realizar o páginas que responden a tu búsqueda. Todo eso en la barra de direcciones. Impresionante realmente. ¿No va a suponer pérdida de ingresos por anuncios al saltarme el pasar por el buscador?

- Modo incógnito. Genial idea también. Pones tu navegador en modo incógnito y, a partir de ese momento, de todo lo que navegues no queda ni rastro. Genial para usuarios habituales de pornografía (que es lo que todos están pensando, no lo nieguen), pero también si quieres buscar alguna información de alguna enfermedad, comprar un regalo sorpresa o conectarte a la web de tu empresa en un PC público sin que todo el que llegue después sepa lo que has visitado. ¡Ojo! No deja rastro en la máquina local. No quiere decir que estemos navegando sin que nadie sepa quiénes somos (lo digo por si alguien cree que esta es la herramienta perfecta para dedicarse a insultar en los comentarios en un periódico, por ejemplo).

- Ecosistema. Como es lógico, Chrome acaba de salir. Por ello, no dispone de casi ninguna de las miles de extensiones que hay disponibles para Firefox. ¿Qué piensan hacer los de Google? ¿Crear ellos las extensiones? ¿Facilitar los medios para que lo haga la comunidad? Será interesante ver lo que va a pasar.

- Futuro. Preveo un navegador cada vez más eficiente. Con versiones para todos los sistemas y para todos los dispositivos (teléfonos, ordenadores, ultraportátiles, para lo que sea). Con cada vez más accesos rápidos a lo que vemos habitualmente. Con mayor facilidad de navegación.

¿Resumen? Después de una sorpresa inicial al ver que Google había entrado en el mundo de los navegadores, seguida de una pequeña decepción tras la primera prueba, ahora estoy pasando por una fase de esperanza y confianza en los ingenieros de Google. Me da la sensación de que podrían acabar quedándose con un importante pastel del mercado de los navegadores. Y que, en cierto sentido, es una primera palada en la tumba de Firefox.

Yo voy a seguir usándolo. Te recomiendo que, al menos, lo pruebes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hasta que no desarrollen la integracion de extensiones firefox sigue siendo infinitamente mejor en mi opinión. Prefiero una velocidad un milisegundo menor pero un abanico de funcionalidades infinito...
Yo sigo con Firefox.