De vuelta hace unos días de vacaciones, no me resisto a que el primer artículo post-vacaciones vaya dedicado a los horarios de apertura, un tema que me tiene hablando solo. Aunque no sea relativo directamente a la sociedad de la información, me voy a permitir esta licencia.
Resulta que en España los horarios de apertura están estrictamente regulados y sólo se puede abrir de lunes a sábado y una serie de domingos muy concretos al año. Todo, se supone, con el objetivo de proteger a los pequeños comercios y cosas por el estilo.
Ya sabemos que en EE.UU. los domingos abren como si tal cosa. Estos americanos, siempre tan raros, pensaba yo. Pero resulta que en Junio estuve en el Reino Unido. Allí en cualquier pueblo perdido de la mano de Dios, pueblos no turísiticos en absoluto, los supermercados, hipermercados y lo que fuera abren, como mínimo 5-6 horas los domingos, sino el día completo. ¡Ah, claro! pensé, es que como los ingleses van más avanzados que nosotros, se pueden permitir estos lujos de permitir que todo el que quiera abra los domingos.
Pero es que acabo de venir de Portugal, país se supone un tanto más atrasado que España. Y ¿qué me he encontrado? Que en el pueblo en que me quedaba (Mafra) los hipermercados (Modelo, Lidl y otros) abrían 7 días a la semana, de 8 de la mañana a ¡¡11 de la noche!! y tan tranquilos. Y allí no daba la sensación de que se estuviera produciendo una catástrofe sin precedentes en la economía local, ni nada por el estilo, al contrario.
Curioso, ¿no? ¿Para cuando algo así en España?