A juicio por oir la radio en el trabajo
Ya no sé si nos estamos volviendo todos locos con esto del copyright y la múscia. Una empresa escocesa de reparación de automóviles (Kwik-Fit) ha sido demandada por la equivalente a la SGAE en Escocia (en este caso, la PRS, Performing Rights Society) por una cifra de 200.000 libras porque sus empleados oyen la radio en el trabajo a un volumen tal que podía ser oído por compañeros y clientes. La PRS dice que al poder ser oída por otros es como si estuvieran haciendo un concierto, por lo que hay una infracción de copyright.
La empresa Kwik-Fit sólo ha podido alegar que tiene un acuerdo con sus empleados de prohibición de usar radios personales en el puesto de trabajo, pero los de la PRS dicen que han recogido hasta 250 muestras de radios personales funcionando en 2005.
Lo mejor de todo es que en la vista preliminar el juez ha dicho que la causa siga adelante; es decir, no cogió a la PRS y la mandó a hacer gárgaras, que hubiera sido lo lógico.
La verdad es que estamos llegando a unos puntos de locura sin límites. ¿A quién será el próximo que demanden? ¿A los que cantan en el gimnasio porque hay gente oyéndolos? ¿A los que cantan en la ducha? ¿A los niños que salen del cole gritando la última canción que han aprendido?
Yo, desde luego, la próxima vez que lleve a un compañero en el coche o que vengan colegas a casa no pienso ponerles la radio . Si quieren, que se traigan sus iPods con música pagada por ellos. Supongo que eso es lo que le gustaría a la industria. Ver a 8 amigos comiendo en una mesa cada uno con su iPod y oyendo su música sin hablar con los demás.
(visto en BBC News, de donde está cogida la imagen)
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