viernes, 5 de octubre de 2007

¿Cuánto le cobro?

Interesante post el de Antonio Valle "¿Cuánto le cobramos?" en el cual cuenta una fantástica anéctoda (la denominada "fábula del tornillo") que no conocía al respecto de cómo facturar cuando realizas un trabajo. La verdad es que es un tema complejo este. ¿Cómo debes facturar por un servicio profesional? ¿Por las horas? ¿Por el resultado obtenido? Sin duda, una variable fundamental es el conocimiento del que factura. No parece lógico que te cobren por horas y acabe cobrando más uno que ha tardado 15 horas en encontrar una solución a algo que otro fue capaz de hacer en 2 horas.

Quizás una buena opción sea calcular en base al número de horas que podría tardar una persona normal, cobrando un precio por hora normal también. Si eres un crack y lo haces en menos tiempo, proporcionalmente ganarás más. Si eres torpillo o inexperto y tardas más, proporcionalmente ganarás menos.

En mi caso, la situación más compleja se me dio hace unos años. Me pidieron que hiciera una especie de breve auditoría de un proyecto informático que, hasta ese momento, llevaba invertidas la friolera de aproximadamente 5 millones de euros sin haber obtenido resultados tangibles. Mi labor no consistía en arreglar el proyecto, sino simplemente diagnosticar cómo enderezar el rumbo y ayudar en el proceso de empezar a caminar por el rumbo adecuado.

Anduve preguntando a colegas más experimentados en este tipo de trabajos y todo el mundo me decía que, dado que cuando haces algo de este tipo corres una serie de riesgos (por ejemplo, que te acabes enemistando con los que llevaban el proyecto en ese momento y que no ven bien una injerencia externa), lo mínimo a pedir era un 1% del presupuesto del proyecto, siendo lo normal en una auditoría un 3-4%. Pero claro, en este caso, significaba 50.000 euros por una labor que me iba a llevar 40-50 horas de trabajo como máximo. Eso significaría pedir 1.000 euros por hora de trabajo, lo cual me parecía un tanto excesivo. Pero también es verdad que en la resolución iba a aplicar mi experiencia para detectar los problemas y para proponer soluciones, cuestiones que estoy convencido podrían suponer muchísimas más horas de una persona con menor experiencia. Al final, obviamente, facturé una cantidad muchísimo menor de la sugerida, digamos que lo suficiente para cobrar una cantidad digna por hora, y listo. Pero siempre me quedó la duda.

Es complejo esto de facturar el conocimiento y la experiencia, supongo que porque es complejo valorarlos. ¿Qué creen ustedes? ¿Cómo les gusta facturar más? ¿Por horas? ¿Por resultado del proyecto?

3 comentarios:

Antonio Valle dijo...

Yo personalmente prefiero facturar "a precio cerrado", es decir, un precio cerrado por el resultado del proyecto.

El problema que esto acarrea es que necesitas unas buenas especificaciones previas, para poder hacer una estimacion real del coste que tendrá el proyecto y así poder establecer un precio sin que pierdas dinero.

De esta forma, es el proveedor quien asume el riesgo y por lo tanto necesitas una direccion de proyecto impecable...

La version "precio abierto", es decir a tanto la hora, deja el riesgo en el lado del cliente pero requiere un contral estricto sobre las horas trabajadas (si te despistas, no cobras!), permite unas especificaciones mas vagas y por lo tanto, genera (como efecto secundario) que el riesgo de fracaso del proyecto sea mayor.

Ahora bien, todo esto empezaba como una pregunta cuando la diferencia entre el "coste hora" o el esfuerzo realizado y el beneficio obtenido es desproporcionada... aqui está el martillo de marfil.

Es el caso Al-Gore, o el caso Ronaldinho... por una hora de trabajo, 2 millones de euros?

Antonio

Pejeverde dijo...

Para mi la cuestión no debe estar en el tiempo empleado en hacer un trabajo, es cuestión de la calidad del mismo, ejemplos hay muchos.

La jornada de trabajo en telepizza y en el restaurante de lujo seguramente sea la misma. Los conocimientos culinarios desde luego no, y eso se cobra.

Creo que lo mejor es aplicar un porcentaje sobre el valor con dos parámetros limitadores: que sea un buen negocio para mi y también para el cliente. Si no se cumple alguno, mejor rechazarlo.

A mi lo que me ha ocurrido es que me han pedido "ideas" para un proyecto. Yo las ideas las valoro mucho y como tal las cobro, pero en ese punto me he encontrado con bastantes problemas, incluso me han llegado a decir que "las ideas no valen dinero". O directamente me las han robado despues de exponerlas.

Este tema de las ideas es el que más me preocupa a la hora de montar proyectos.

Sergio Medina dijo...

Siempre existe la opción de facturar como los concesionarios de automóviles y que tu bien explicabas.

La marca dice que para cambiar una caja de cambios se tardan 3 horas y 30 minutos. La hora trabajada la cobran a 30 € por ejemplo. Al cliente le dan un precio cerrado de 3 horas y media a 30 € la hora.

En el 95% de los casos se tarda menos con lo que están cobrando horas que realmente no están trabajando pero se escudan en que la marca les obliga a facturar el número de horas estipuladas en su libro de reparaciones para unificar criterios.

No sé si este modo es aplicable a la consultoría pero está claro que a los concesionarios les funciona.