lunes, 27 de abril de 2009

icities 2009, impresiones (a desarrollar)


El pasado sábado tuve la posibilidad de darme un salto al icities 2009 organizado en Candelaria, Tenerife, por parte del Ayuntamiento de Candelaria (Pablo Díaz, principalmente) y por la asociación Las Ideas.

Del día que estuve por allí obtuve unas cuantas impresiones y conclusiones, alguna de las cuales espero poder desarrollar en próximos días en este blog. Es decir, que esta entrada es casi una lista de cosas por hacer para mi mismo. Pero, si por un casual alguna de las cosas te resulta interesante y quieres aportar algo, hazlo en los comentarios. Si quieres que toque algún otro tema, pues lo mismo:

  • Twitter y sus usos. No es que en el pasado renegara de Twitter. Imaginaba que en algún momento encontraría es punto de ligazón que me permitiera verle la utilidad. Creo que el sábado fue la primera vez que me ocurría. También tuve una muy divertida conversación con Gonzallo Aller de Fotón sobre el tema.
  • Mujeres y tecnología. Me preocupó ver el escasísimo número de mujeres en el icities. De lo que obtengo varias conclusiones a desarrollar. 1) La tecnología sigue siendo cosa, mayoritariamente, de hombres. 2) Las cosas de las que se hablaron en el icities siguen siendo cosas, mayoritariamente, de tecnológos; todavía no han tenido impacto masivo en la sociedad. 3) ¿Podríamos llegar a decir que la adopción de la tecnología por las mujeres es lo que puede indicar que se ha llegado al punto de inflexión en que se han generalizado?
  • Tal y como era de preveer, están pasando cosas 2.0 en todos los ámbitos sociales y económicos: turismo, periodismo, sanidad. Fantástica labor de la organización de haber identificado estos sectores y haber sido capaces de segmentarlos y poner juntos a ponentes de calidad en cada una de las mesas.
  • Macs. Habiendo reflejado ya el hecho de que, en general, en la sala había mucho tecnológico, me atrevo a decir (no es un dato fiable) que más del 50% de los portátiles de lo que allí estaban eran Macs. ¿Cambio de tendencia? ¿Se extenderá a la sociedad en su conjunto? Ver el segundo punto.
  • Excelente evento en su conjunto (por lo que vi) y un orgullo que sea Made in Canarias. Buena asistencia y participación, aunque para el nivel de lo que había, la asistencia deseable hubiera sido muchísimo mayor. También es cierto que mucha gente se quedó en casa disfrutándolo en el streaming, pero, aun así...
Ya digo, temas a desarrollar en próximos días. Mientras tanto, felicidades a la organización.

miércoles, 22 de abril de 2009

Lo que la industria automovilística necesita es un Steve Jobs

(foto cogida de Flickr - Acaben)

Interesante idea esta que plantearon hace un tiempo en TechCrunch, en pleno proceso de envío de dinero desde el gobierno estadounidense a la industria automovilística: lo que realmente necesita la industria, especialmente la americana que lleva muchos años devorada por arriba por la europea y por abajo por la oriental, no es dinero, sino a Steve Jobs.

La línea argumental está clara: los directivos están acomodados, los coches apestan (traducción literal del artículo), los sindicatos son un sumidero. ¿Cómo resolver esta ecuación? Contratando a Steve Jobs, la persona más capaz de desarrollar y comercializar los productos que los clientes desean.

Simpática la idea, ¿a que sí? Tengo que reconocer que jamás hubiera pensado que la estrategia de Steve Jobs de desarollar productos de forma independiente y sin casi conceder posibilidades de desarrollo de productos compatibles a otras empresas pudiera funcionar. Pero funciona, vaya si funciona.

Artículo en TechCrunch: "Letter to Obama: What the Car Industry Needs Is A Steve Jobs"

Por cierto: Steve Jobs usa un Mercedes.

martes, 21 de abril de 2009

Google Latitude: Pruebas, impresiones y futuro

(imagen cogida de Flickr - Tero Heino)

Hace un par de meses, Google lanzó un nuevo servicio denominado Latitude. El objeto del mismo es sencillo: poder ver en un mapa dónde están aquellas personas que han querido compartir contigo su ubicación y poder mostrar a quien tu consideres dónde te encuentras. Todo basado en el uso del teléfono móvil y con actualización permanente, de forma que puedes saber perfectamente si un colega o un familiar está de viaje, si ha salido de la oficina camino a casa, si está en casa o si está en el centro comercial de compras.

Dicho así puede parecer lo que le ha parecido a mucha gente y lo que más se ha visto en los medios de información general, que han ido a buscar el lado más escabroso: una pérdida brutal de intimidad, una invasión de los espacios privados y todas esas cosas.

Pues ni sí, ni no, sino todo lo contrario. No es una pérdida de intimidad porque Google se lo ha pensado muy bien y, en cuanto empiezas a usar la aplicación, ves que está más que preparada para que no se te escape nada: antes de usarla tienes que confirmar que la quieres usar, antes de aceptar a un amigo tienes que confirmar varias veces, en cualquier momento puedes establecer una ubicación, ficticia incluso, puedes dejar de compartir tu ubicación. En definitiva, alertas y opciones para todos los gustos.

Digamos que sí que existe una pérdida potencial de intimidad, no derivada de la propia aplicación sino del concepto. Igual que inicialmente en Facebook ponías a tus familiares y amigos-amigos, ahora tienes en Facebook hasta al colega con el que te coincidiste en el bar y comentaste el último resultado deportivo. Claro, si has puesto en Facebook fotos o información de tu vida privada, el colega del bar tendrá acceso a ello. Creo que aquí puede pasar lo mismo.

Cuando tienes un grupo pequeño de amigos, no hay problema. Pero si su uso se generaliza, será medio latoso andar habilitando y deshabilitando quien puede ver cómo cuándo y dónde, por lo que acabaremos haciendo tabla rasa comprometiendo nuestra propia privacidad. ¿Problema de Google Latitude? Obviamente, no. Problema del uso que de la herramienta hacemos.

Por lo tanto, mi opinión es que el tema de la privacidad no debería de preocuparte si tienes verdadero cuidado de con quién compartes la ubicación. Si eso es posible, claro.

Uno de los problemas de su uso en España (no sé si en toda Europa) es que una de las opciones más interesantes, la de poder usarlo desde un PC, no está disponible. Es decir, sólo pueden ver dónde estás la gente que, a su vez, tenga teléfono móvil con tarifa plana. Hay un gadget para iGoogle pero en España te dice:

Lo cual es una pena. Por estos lares las tarifas planas de acceso a Internet son aun la excepción (sólo conozco un pequeño grupo de gente que las tenga) por lo que el uso de Latitude queda bastante limitado. La opción de poder verlo desde el PC creo que dará bastante juego cuando la activen para esta zona geográfica.

Y un detalle curioso. Como decía al principio. no conozco a demasiada gente que tenga una tarifa plana para andar haciendo pruebas. Uno de los que se me ocurrio fue mi buen amigo Felipe. Y con él hemos andado jugando estos días. Imagínate mi sorpresa cuando el otro día me llamó a preguntarme que qué hacía en Brasil (él sabía que yo estaba por Canarias). Lo estuvimos viendo y no es que yo hubiera establecido una ubicación falsa para despistar (cosa que se puede hacer con Latitude), sino que simplemente fue un error del programa, creemos que debido a que mi móvil llevaba unas cuantas horas fuera de cobertura.

Anécdotas aparte, lo que creo que es cierto es que el potencial de Latitude y de las herramientas de geoposicionamiento es brutal y que en los próximos tiempos veremos desarrollos más que interesantes en este campo. En Canarias estamos en un par de iniciativas (aun en estado muy incipiente) en las que tratamos de usar estos conceptos para definir el patrón de consumo del turista. Los supermercados seguro que andarán haciendo pruebas con las etiquetas RFid para saber cuál es el recorrido de los clientes en el súper. Y supongo que en todos los sectores será imaginable una aplicación. No se trata de controlar al cliente. Se trata de saber qué hace un cliente y de qué forma es posible mejorar su experiencia u ofrecerle los productos que le pueden interesar.

lunes, 20 de abril de 2009

Porco governo y el agua con boro en Las Palmas de Gran Canaria

"Piove, porco governo" es una expresión supuestamente atribuida a los italianos que viene a significar algo así como "¿Llueve? Será culpa del gobierno de m.....".

Nunca he esperado demasiado de los políticos, la verdad. De los de ningún partido. Creo que muchos están ahí para buscar un puesto de trabajo y un reconocimiento que si no, no serían capaces de obtener de ninguna otra forma. La vocación de servicio al ciudadano no suele ser lo más habitual.

Independientemente de ello, lo sucedido en Las Palmas de Gran Canaria creo que supera mis peores expectativas muy de largo. Resulta que desde diciembre de 2008, tanto la empresa encargada del suministro de agua en la ciudad (Emalsa) como el ayuntamiento de la ciudad (gobernado por el PSOE), como la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias (dirigida por el PP y en un gobierno presidido por CC) sabían que el agua de abasto tenía unos niveles de boro superiores a los permitidos legalmente para el consumo humano.

Y durante más de 3 meses simplemente se han hecho los locos y han ocultado la noticia, permitiendo que los ciudadanos siguieran utilizando el agua para cocinar (elaborar un potaje o una sopa o hervir pasta, entre otras cosas) y para beber (esto se da mucho menos por la tradición que hay en la ciudad de no beber el agua de abasto y de consumir agua con gas, Firgas preferiblemente).

Ahora llega el cruce de acusaciones. La compañía dice que informó a Sanidad y con eso se lava las manos. Sanidad dice que es cosa del Ayuntamiento. El Ayuntamiento no se sabe muy bien a quén culpará. Y mientras tanto, los ciudadanos de la ciudad (realmente, que a nadie le importan) usando el agua para cocinar con determinados riesgos que, por cierto, nadie, absolutamente nadie, ha tenído la valentía de explicar claramente. Sabemos que el exceso de boro en el agua no es conveniente, pero no sabemos qué problemas se pueden derivar de dicho exceso.

Mi único deseo: que cuanto antes se reunan a resolver el problema los agentes implicados (el presidente del Gobierno, Paulino Rivero; la consejera de Sanidad: Mercedes Roldós; y el alcalde de la ciudad: Jerónimo Saavedra) y vayan a un restaurante en el que les pongan de primero sopa y de segundo arroz caldoso. Y que estén toda la comida preguntándose si el agua utilizada es del chorro o de garrafa...

Pandilla de ineptos. Porco governo.

martes, 14 de abril de 2009

¿Es posible la Twitter-Universidad?

El pasado 1 de abril, con motivo del April Fools' Day (Día de los Inocentes en muchos países del mundo) el siempre polémico e irónico Nicholas Carr (el que en 2003 dijo que las TIC no eran importantes, sólo que aquella vez no lo dijo un primero de abril) se le ocurrió lanzar una inocentada titulada "Twitter U." en la que contaba que la Universidad de Phoenix, hasta entonces pionera en teleformación y en tener un espacio propio en Second Life, había decidido lanzar una serie de cursos que se impartirían únicamente a través de Twitter, es decir, en píldoras de 140 caracteres.

Inocentada o no, la verdad es que el disparate de Carr me ha hecho reflexionar con el camino que estamos siguiendo en la educación en estos últimos tiempos y hacia dónde vamos, hacia dónde queremos ir.

Hace no mucho, en una mesa de diálogo con profesores que impartimos sistemas de información en distintos lugares del mundo, los colegas americanos dejaban bien claro que a sus estudiantes ya no les interesaban los libros, ni siquiera los capítulos de libros. Exigian algo más digerible, más masticable, más corto, más cómodo, más portable. Un vídeo de 2-3 minutos. Un audio de 4-5 minutos para escuchar mientras corrían. Un texto de menos de 500 palabras que leer en la guagua o mientras hacían cola para entrar en el cine. Necesitaban que el conocimiento les llegara en formato de periódico gratuito tipo 20minutos, más que en formato Quijote. En la era de la economía de la atención también los estudiantes tienen derecho a exigir que los docentes luchemos por su atención en píldoras de conocimiento. Llevemos la tendencia al extremo, y habremos llegado a la Twitter Universidad que propone Carr.

Ahora bien, mi pregunta, como docente universitario, es (y retomo el post que hace poco titulé "¿Debemos tener en cuenta lo que quieren los usuarios?"): ¿Debo adaptar mi docencia a lo que piden los estudiantes o debo mantener sistemas docentes que estoy convencido que son preferibles? Me explico.

Hoy en día, en la universidad, imparto las clases de una forma similar a la de hace 10-15 años (todavía no ha llegado Bolonia): clases magistrales (no porque sean muy buenas, es que se denominan así) en las que se usa el Powerpoint en vez de la transparencia, a veces con alguna conexión a Internet en vivo, y tirando de tiza que me sigue gustando; el alumno tiene que ir a examen estudiando un libro; las transparencias, ejercicios y demás, los ponemos en el Campus Virtual a disposición de los alumnos. Sinceramente, no creo que el método sea excesivamente malo. Creo que es bueno que un alumno utilice libros, en plural, sean en papel como lo son ahora o sean electrónicos en unos años. Creo que es bueno que tenga que utilizar varias fuentes (libro, apuntes, transparencias, Internet) para completar su conocimiento.

Hace poco, una de las personas que conozco con más experiencia y conocimiento en cuestiones educativas, Paco Rubio, me decía que la labor de un docente universitario no puede ser la de quejarse del nivel de sus alumnos, sino hacer lo que esté en su mano por mejorar el mismo. Y que si de mi asignatura todo lo que aprendían era a estudiar usando un libro, debía ser considerado como algo positivo. Por mucho que, realmente, los estudiantes prefirieran que les diera unas transparencias o unos apuntes elaborados por mi para estudiar, o un vídeo o un audio. Es decir, lo interpreto como que debemos insistir en los métodos docentes que consideramos adecuados. Yo también creo en esto.

La realidad que me encuentro es que mis alumnos cada vez tienen peores capacidades básicas: lectura comprensiva, redacción, matemáticas sencillas; cuestión que el Informe PISA suele corroborar. De forma un tanto gratuita y sin excesivo conocimiento de causa, achaco estas carencias a la tan cacareada ESO. Y creo firmemente que el excesivo y ubicuo uso tecnológico en la educación no hace sino empeorar esta situación. Me encanta poder conectarme a Internet y mostrar a mis alumnos las páginas web de las que estoy hablando. Se puede usar la tecnología como apoyo a la docencia. Pero no veo correcta la opción de permitir que la tecnología arrase todas las metodologías docentes existentes a cambio de que podamos decir (los profesores) que "estamos a la última" y que la universidad es moderna.

El reto que se nos viene encima es de proporciones importantes. Con la excusa de Bolonia estoy convencido de que vamos a ver por todos lados mensajes indicándonos que cuanto más cool y más geek sea un profesor, mejor. Si por los alumnos fuera, estoy seguro de que iríamos a píldoras infinitesimales de conocimiento, a tweets de 140 caracteres. Pero, con todos los respetos, creo que sería un error imponer e incentivar este tipo de situaciones. No se es mejor profesor por tener página web, por responder a tutorías en el correo electrónico, por poner las transparencias en el campus virtual. Otra cosa es que uses esas tecnologías de forma adecuada y para cosas concretas (por ejemplo, el propio Twitter como herramienta docente).

Como me decía alguien hace tiempo, la tecnología puede ayudar a que un buen profesor sea mejor; pero nunca podrá conseguir que un mal profesor se convierta en uno bueno. Espero, sinceramente, que no olvidemos de esta máxima en los próximos años.

jueves, 2 de abril de 2009

Cannonbasket: ejemplo de innovación educativa en Canarias

En las próximas semanas tengo pensado escribir unos cuantos posts sobre el tema de la adaptación universitaria al Espacio Europeo de Educación Superior (popularmente, Bolonia) y sobre mis predicciones e intuiciones acerca de lo que puede pasar.

Para iniciar la serie educativa, una chorradilla fantástica que acabo de ver en Microsiervos y que referencio porque esta maravilla está sucediendo, ni más ni menos, que en Valsequillo, Gran Canaria, Islas Canarias, en su Instituto de Educación Secundaria. Un profesor de matemáticas enseña a sus alumnos ecuaciones, tiro parabólico (más bien física, creo, que matemáticas, pero para el caso supongo que será lo mismo) de forma real, aplicada, con un cañón que lanza bolas a una canasta (ver la descripción detallada en Fogonazos). Eso que tantos y tantos alumnos se han quejado y se quejarán (¿para qué sirven las matemáticas?) resuelto de un plumazo.

Innovación en todas partes, abierta para que cualquiera la utilice.

miércoles, 1 de abril de 2009

Disco duro virtual de Terra

Terra (¿se acuerdan de ella? sigue existiendo, de verdad) acaba de lanzar un disco duro virtual de hasta 100 Gb (la noticia en Libertad Digital). La verdad es que por lo que he estado viendo, el tema no es como para tirar cohetes. 5 Gb gratis durante un año, luego si quieres seguir en modalidad gratuita tendrías que descargar los contenidos y volver a subirlos a una cuenta nueva (poco motivante). Si quieres más de 5 Gb, tienes que pagar (poco motivante). En definitiva, una iniciativa muy poco motivante.

Si traigo la noticia aquí (aparte de por el hecho de lo sorprendente que resulta ver una noticia de tecnología en la que el protagonista sea Terra) es por el hecho de que entiendo que este movimiento viene a confirmar lo que espero veremos aparecer en los próximos tiempos por parte de todos los actores: discos duros virtuales, lo único que aun nos mantiene encadenados a un soporte físico. Ya hace tiempo que se habla del tema, incluso del hecho de que será Google quien lo saque, pero por ahora el tema no acaba de confirmarse.

No estaría mal lo de tener un disco duro en la red de 100 Gb. Gratuito, claro. En todo caso, con publicidad, como Gmail, pero poco más.