viernes, 1 de diciembre de 2006

Compras asociativas en el supermercado

Ya nos hemos acostumbrado a que Amazon nos diga, cuando compramos o simplemente visualizamos un libro, qué otros libros han comprado las personas que han comprado ese libro que tenemos en pantalla. Se supone que, si estoy viendo una novela de John Grisham, quizás me interese saber qué otros libros interesan a la gente que compra libros de John Grisham, para así descubrir autores que sean similares al mencionado. A un nivel mucho más sofisticado, esto es lo que han los sistemas de recomendación online de Amazon, FilmAffinity, Netflix y demás webs.

No he visto supermercados en línea que incorporen esta tecnología (FreshDirect hace algo por el estilo, pero en realidad únicamente es decirme los productos más comprados, el helado que más gusta, por ejemplo). En principio, y por lógica, no debería ser demasiado complicado. Si compro o miro un helado de vainilla de una marca determinada, que el sistema me diga qué otras cosas ha comprado la gente que compró ese helado de vainilla.

Pero, ¿y en el supermercado físico? La cosa parecería imposible. Imposible, si no fuera por las ya mencionadas etiquetas RFid. Si en el carro tengo un lector de etiquetas y una pantallita, una vez que cojo un producto el sistema podría decirme, sobre la marcha, qué otros productos ha comprado la gente que compró ese producto. O decirme que el 60% de los clientes que actualmente están en el supermercado han cogido un determinado producto que está en oferta. Recordemos que buena parte de nuestras compras se basan en impulsos.

Ideas, ideas. Este es un mundo de ideas.

(vía TechReview del MIT).