jueves, 14 de septiembre de 2006

Cortar y pegar, click, click

Nicholas Carr habla en este post de que, una de las cosas que está sucediendo en este cambio generacional que Internet está abanderando, es la generalización del uso del cortar y pegar. Usamos esta técnica para todo, de manera que buena parte de las cosas que generamos (p.e. los trabajos que entregan los estudiantes, los informes que nos solicitan) no son más que una sucesión de cortar y pegar. En el artículo habla de un par de casos de niños pequeños que hicieron sus trabajos así. Lo peor es que no entendían, dado que para ellos es algo natural, qué había de malo en ello.

Yo he visto las cosas desde el punto de vista del receptor unas cuantas veces. Pedir un trabajo sobre la historia de Microsoft desde el punto de vista de la gestión de empresas y encontrarme con 15 ó 20 trabajos con las mismas frases calcadas, además, escritas con unos giros y verbos sudamericanos que no usamos en España. Además, con una cantidad de detalles que son totalmente irrelevantes para el objeto de lo que se pedía en el trabajo (como que Bill Gates empezó en Alburquerque ¿qué más da que sea en Alburquerque o en Tijuana?). Y lo mismo en distintos niveles: en la carrera, en un MBA o en un curso de doctorado.

La peor consecuencia es obvia: cortando y pegando no te enteras de nada. Ni lees el artículo original ni lees el resultado. Te limitas a cortar y pegar buscando que el resultado final sea más o menos aparente y tenga una cierta sencuencia lógica. A veces, ni siquiera esto último.

La verdad es que no sé cuál pueda ser la solución. Desde luego, estoy de acuerdo en que no tiene sentido que los estudiantes memoricen algo (p.e. las características de un protocolo de comunicación) que estará siempre disponible en línea, a menos que sea un ejercicio para ejercitar la memoria, cosa que también es interesante, todo sea dicho. Pero que con la técnica del cortar y pegar vamos por mal camino, lo tengo claro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que si yo fuese profesor exigiría a mis alumnos a entregar los trabajos "a mano". Que copien todo lo que quieran, pero por lo menos que lo vuelvan a escribir. Algo se les quedará... ¿no?

jacques dijo...

La idea parece un poco brutal así a primera vista, pero igual me lo planteo...

Anónimo dijo...

Jacques, te estaba soltando tal rollo como comentario, que he decidido ponerlo como artículo en mi blog.

http://www.lacoctelera.com/jomis/post/2006/09/15/la-epidemia-los-copiapegas
En pocas palabras:
1. el copiapega ha existido siempre, pero ahora es más fácil.
2. el copiapega no es malo en sí mismo. Lo que es malo es utilizarlo sin seleccionar, sintetizar e integrar la información de las fuentes.
3. actuemos en consecuencia: pidamos tareas que no se puedan resolver con un simple copia y pega.