Crisis, ¿qué crisis?

Parece que vamos de cabeza a la crisis más brutal de las que hayamos vivido. Pero aun así, no dejo de preguntarme si la crisis es real o es autoinducida. Quiero decir, si te pegas media vida diciéndote a ti mismo que eres tonto, al final resulta que te comportas como tal. Si estás convencido de que no has estudiado, al final suspenderás el examen, aunque sepas las respuestas.

Y en este caso, la pregunta que me hago es si realmente hay motivos para una crisis. Algunos opinan que sí y lo razonan profusamente. Otros cuentan que si las subprimes de EEUU, que si el barril de petróleo, que si la crisis de alimentos....

Yo discrepo de estas teorías. A mi juicio, hay motivos para una crisis, pero no me creo que haya motivos suficientes para una crisis bestial. Puedo entender una cierta ralentización de la economía, una racionalización de los mercados (los precios de la vivienda y sus incrementos anuales eran insostenibles), pero poco más. Pero una crisis de proporciones desconocidas, ¿a cuento de qué?

A mi modo de ver, hay dos cuestiones simultáneas. Primera, a río revuelto ganancia de pescadores. Y hay pescadores que saben pescar en todos los ríos, incluso en el de la crisis. Segundo, es un tema que vende y que es fácil de vender para los periódicos. Que si empresas en suspensión de pagos, que si constructoras que van a la ruina, que si hipotecas que suben.

Lo que está claro es que si todos los agentes (gobiernos, patronales empresariales, medios de comunicación) siguen mandando mensajes acerca de la crisis, van a conseguir que sea verdad. Principalmente porque van a conseguir socavar lo que más ayuda a que haya crisis: la confianza de los consumidores.

Si los consumidores se creen lo de la crisis dejarán de hacer todo gasto no imprescindible. Y por los efectos multiplicadores (en este caso, desmultiplicadores o divisores) eso sólo puede tener consecuencias funestas. Si la gente no gasta, sectores completos (ocio, restauración, moda) se verán en serios problemas. Y los que trabajan allí ganarán menos o se quedarán sin trabajo y se sumarán a la crisis y la cosa cada vez irá peor.

Repito, a lo mejor estábamos volando demasiado alto. Pero pinchar totalmente el globo puede hacer que nos enterremos donde nos costará mucho salir. Y si lo que se transmite es que viene la crisis, va a acabar llegando a lo bestia.

Al menos esta es mi opinión de no-economista, sino de sentido común.