El robot Asimo dirige la orquesta sinfónica de Detroit
Cuando toca hablar de futuro, nunca puedo sustaerme a hablar de Asimo, el robot de Honda. Hasta ahora, solía mencionarlo sirviendo cafés y tes en la exposición universal de Aichi y subiendo y bajando escaleras. A partir de ahora, un nuevo hito: dirigiendo una orquesta. Ni más ni menos que la Sinfónica de Detroit (eso de ni más ni menos lo digo por decir, porque ni idea de si es buena o no) y la pieza, de la obra de corte ibérico "El Hombre de la Mancha", "El sueño imposible".
1 comentario:
Desde mi ignorancia absoluta en el diseño de robots de estos, se me antoja un mayor logro de la tecnología cuando servía cafés sin derramarlos y sin tropezar con las mesas ni las sillas que dirigiendo a la Sinfónica de Detroit, que a buen seguro le perdonan algún errorcillo y hacen que no se note. Porque a ver quien le perdona un errorcillo en la taza de café, sobre todo cuando el error se localiza a la altura de la camisa. Si este robot fuera un chiquillo, se le podría diagnosticar una regresión en las capacidades cognitivas y motoras provocada por un exceso de autocomplacencia y sobrevaloración del ego. Pero como los robots no tienen orientación psicopedagógica, pues se pueden permitir el retroceso intelectual.
Además, ¿para qué quiero yo un robot en casa que me dirija una orquesta?. Yo lo que quiero es uno que me friegue los platos y me aspire el coche, me lave, me tienda y me planche (a mí no, a la ropa, quiero decir). Vamos, lo que se dice una chacha humanoide, o "chachoide".
Insisto, no tengo ni idea de programar Asimos ni de dirigir orquestas sinfónicas de Detroit.
Saludos.
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