miércoles, 17 de enero de 2007

La auténtica revolución: la posibilidad de fabricar nuestros propios objetos

Hace tiempo preparé una presentación sobre 10 tendencias de futuro (el papel electrónico, la posibilidad de enviar olores por Internet, la desapación del carné de conducir y otras parecidas) que acababa con 1 cambio disruptivo: la posibilidad de construir nuestros propios dispositivos. Disruptivo porque no consistiría en que una empresa fabricara a medida lo que queremos, sino que fuéramos nosotros directamente nosotros quienes lo construyéramos: un móvil a nuestro gusto, una pelota o una grapadora. Posteriormente, quité este cambio disruptivo porque no acababa de creérmelo. Pero parece que las cosas cambian. Vayamos por partes.

Digamos que el cambio sería igual al de la industria editorial. Hace 50 años publicar estaba al alcance de muy, muy pocos. No digo publicar un libro. Digo publicar cualquier cosa, incluso un panfleto o un cartel. Pero con los ordenadores, de repente publicar se ha convertido en algo que cualquiera puede hacer. No sólo en Internet. También podemos usar nuestras impresoras para imprimir carteles publicitarios, documentos y, casi, casi, un libro.

Incluso en la industria computacional, hace 30 años los ordenadores los usaban señores que iban con bata blanca y trataban los equipos con mucho cuidado. Hoy cualquiera lleva encima un portátil o una PDA y aunque los trate a patadas, los equipos siguen funcionando.

Supongamos ahora que tuviéramos una máquina que fuera como una impresora de chorro de tinta pero en 3D. Capaz de ir pasando por una zona determinada (un solar para hacer una casa; una área de una mesa para construir una botella; una zona del suelo para crear un armario) y fuera dejando capas infinitesimales de distintos materiales que se fueran uniendo hasta dar lugar a un objeto del mundo real.


Pues bien, justamente esto es lo que hace un robot construido por la Universidad de California del Sur: ir dejando capas de material en un solar hasta construir una casa en 24 horas. Ojo, no es un robot que sea capaz de coger bloques y cristales y combinarlos. Es un robot que va poniendo capas muy finas de material una encima de la otra hasta construir la casa.

Esto me lo creo. Y creo que va a ser el futuro. Igual que hoy en día los ordenadores permiten a cualquiera construir cualquier documento a medida y sacar todas las copias que necesite, espero que dentro de 30 años tengamos robots capaces de construirnos por capas cualquier dispositivo que deseemos.

(via Engadget)

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