Nuevo periodismo y Madrid 2016
Interesante ejercicio el sucedido durante el viernes y el sábado, que ilustra bien a las claras lo que puede ser el periodismo del siglo XXI y la necesidad de todos de pornernos las pilas y adaptarnos a los nuevos tiempos.
Tratando de seguir en tiempo más o menos real lo que estaba pasando con la adjudicación de la sede de los Juegos Olímpicos de 2016, encuentras que la información que publican todos los grandes medios (deportivos o no) es más o menos similar: aburrida presentación de Chicago encomendada a los Obama, correcta pero insulsa presentación de Tokio, emotiva presentación de Río, profesional presentación de Madrid. Y a cavilar sobre quien iba a ganar sobre esas premisas. ¡¡Como si la presentación del viernes tuviera algo que ver con las votaciones!! Las votaciones (lo que cada uno iba a votar en primera, segunda y tercera ronda) estaban más que pensadas desde hacía tiempo por los miembros del COI. Tampoco había tantas posibilidades. Es decir, que cada uno podía tener un mini-algoritmo de a quien votar según quién fuera cayendo. Por lo que lo importante era lo sucedido en los días, meses e incluso años anteriores al viernes de marras. Cosas a las que ninguno de los medios (escritos o hablados) parecía prestar la menor atención.
Excepto, claro está, ese crack de comentarista deportivo que es Ramón Trecet. Que no a posteriori, como todos los demás, sino antes, a las 5 de la mañana ya explicó por qué iba a ganar Río. Y eran causas estructurales que venían de atrás, poco que ver con la mejor o peor calidad de la presentación del viernes. Y que ayudan a entender perfectamente lo sucedido en las votaciones. Permitiendo huir del victimismo típico español; porque mira que en los últimos años ganamos cosas, pero no hemos aprendido a perder. Siempre que perdemos, es culpa de los árbitros, de conspiraciones judeo-masónicas o de que todo el mundo nos tiene manía porque el nombre de nuestro país empieza por E.
A lo que iba. Hace años, uno se hubiera tenido que quedar con estas explicaciones de los grandes medios. Pero ahora, no. La red abre las posibilidades a todo tipo de comentarios. Atinados o no. De gente con criterio y de gente sin criterio. De periodistas de "todo a 100" y "copy-pega la noticia de agencia" y periodistas que se lo curran como Ramón Trecet. Este es el mundo en que vivimos. A mi, personalmente, me gusta más que lo que había antes. Ahora tenemos diversidad y opciones.
Y, por cierto, si uno echa un vistazo a los ¡¡más de 1.000!! comentarios a la entrada al post de Ramón Trecet arriba enlazado, se encuentra cosas muy intereresantes. Por ejemplo: que frente a la versión oficial de los medios alabando la presentación de Madrid, las televisiones europeas parece que no la pusieron tan por lo aires, criticando, explícitamente el hecho del mal nivel de idiomas de la delegación española. Alguno dirá que peor nivel tenía Rio y que ganó. La sensible diferencia es que Río se postulaba como peticionario del tercer mundo y España lo hacía como peticionaria del primer mundo hiperdesarrollado.
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