Sociedad de la información basada en la disponibilidad de infraestructuras
Me resultó interesante comprobar en el reciente viaje a Canadá los planteamientos tan radicalmente diferentes que hay entre los países más avanzados en temas de Sociedad de la Información y los no tan adelantados en cuanto a la disponibilidad de infraestructuras en lugares públicos.
En España el tema es kafkiano. Intentar acceder a Internet en un aeropuerto y en muchas de las grandes cadenas hoteleras es una quimera a no ser que te sobre el dinero o que tu productividad por minuto de conexión sea tan impresionante que te permita olvidarte de los 10-12 euros por hora que normalmente pretenden hacerte pagar.
En el Reino Unido la cosa parece que mejora ligeramente. Accesos relativamente buenos en algunos hoteles, aunque en Heathrow y Gatwick las infraestructuras inalámbricas son también del orden de 10-15 euros la hora. Al menos hay unos equipos con conexión a Internet preparados y a un precio razonable.
¿Y en Canadá? Mi experiencia fue corta, pero significativa. WiFi gratuito en todos lados. En los 3 aeropuertos en los que estuve. En los 2 hoteles. En las cafeterías. En el centro comercial por el que pasé. Ubicuidad de la de verdad. Cómoda. Sin problemas. Abrir el portátil y ya estás conectado con una excelente velocidad.
Así sí que es fácil que despegue la Sociedad de la Información. Porque el ciudadano puede asumir que es verdad eso de que va a tener conectividad allá donde vaya y cuando la necesite. Claro, que ahora queda por definir qué es la causa y qué el efecto. Si antes fue el huevo o la gallina. ¿Están tan avanzados porque tienen infraestructuras de ese tipo o las tienen porque van tan avanzados?
En cualquier caso, ¡¡¡qué envidia!!!
1 comentario:
Primero las carreteras y luego los coches. Así me lo aprendí yo.
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