Malos efectos demostrativos de la tecnología

Llegas a Zaragoza, a la Plaza del Pilar. Una de las joyas de la Corona monumental y artística española. Donde la Pilarica, nada menos. Y te encuentras en medio de la plaza un cartel como el que arriba aparece. Y las expectativas se desbordan. ¿Habrán conseguido convertirse en uno de esos proveedores de acceso y soslayar los deseos proteccionistas de la CMT hacia las operadoras?

Corriendo a buscar un portátil y a probar. Y qué ocurre. Pues que sí, hay WiFi, pero para sólo para el acceso a una Intranet de la Plaza del Pilar. Lamentable.

Ya sé que la CMT es estricta y que anda ocupada discutiendo sobre si su desde debe estar en Madrid o en Barcelona, con toda la clase política enfrascada en la pelea y que nadie de ellos parece preocuparse porque la Sociedad de la Información avance en España proporcionando accesos rápidos, baratos y cómodos a los ciudadanos. Pero es que esta iniciativa del Ayuntamiento de Zaragoza a lo único que conduce es a que la gente acabe pensando que la tecnología no sirve para nada. ¿Traer un portátil, conseguir conectarme después de un par de intentos, para ver en una pantalla pequeñita fotos de lo que tengo a la vista y nada más? No parece un gran avance, la verdad. Mejor no hacer nada, digo yo. Y, eso sí, por cortesía, no estaría mal avisarlo en el cartelito para no levantar expectativas.