lunes, 17 de noviembre de 2008

Sostenibilidad y uso de las TIC

Hace algún tiempo (un par de años) saber que un avatar de Second Life consumía la misma electricidad que un brasileño generó bastantes comentarios en la blogosfera, a cuenta de la sostenibilidad del modelo y el tema del consumo eléctrico que estaba suponiendo Internet y sus derivados.

El otro día leí la noticia de que Facebook paga mensualmente una factura de luz de un millón de dólares. Si lo has leído rápido y eres español de más de 20 años, quizás hayas creído que dice "un millón de pesetas". No es así. Vuelve a leerlo. Dice un millón de dólares. Para el caso, un millón de euros de factura mensual eléctrica.

Independientemente de que Facebook esté generando ingresos suficientes para pagar ese millón de dólares, la pregunta que sigue es clara. ¿Cuánto están costando en destrucción de recursos naturales y fuentes energéticas limitadas los distintos servicios que usamos de Internet? Porque si esto es Facebook, no quiero ni pensar en Google, Amazon o Yahoo.

En definitiva, ¿es sostenible el modelo actual de consumo? Parece claro que no. Pero, ¿cómo lo rediseñamos? ¿Cómo seguir adelante no quemando la hierba de allí por donde pasamos? ¿Podríamos desarrollar un "Internet Sustainability Act" para todos aquellos servicios nuevos que se desarrollen en Internet como forma de garantizar que los próximos Google y Facebook sí sean sostenibles?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido Jacques:

Bueno, todo depende del color del cristal con que se mire. Soy de la opinión de que intenet es un gran paso hacia la sostenibilidad. Es cierto que se sustenta en equipos físicos, los ordenadores, que consumen recursos en forma de energía convencional, pero tienen una característica excepcional (o al menos, deberían tenerla cuando se usan correctamente) y que no es otra que la de eliminar el soporte material de la información.

Un ejemplo: imagina que compro un periódico local un Domingo cualquiera. Particularmente, no me interesan demasiado los deportes, ni los anuncios por palabras, ni la cartelera de televisión. Además, el rotativo dominical suele venir acompañado de algún suplemento de unas cuantas páginas referidas a alguna actividad privada como las bondades de un nuevo centro comercial o las maravillas que incorporan de serie los coches que vende un concesionario que, curiosamente, acaba de abrir unas instalaciones magníficas. Si sigo indagando, me encuentro con los catálogos de ofertas de tiendas para gente que no es tonta, tiendas para amantes del visionado de bricomanía o tiendas que venden cuartos de baño para mansiones (la mansión ha de adquirirse por separado). Como yo me considero algo tonto, no suelo hacerme estanterías de las que salen en bricomanía ni tengo espacio para ponerme un quinto baño en mi mansión, pues tampoco me interesan estos folletos.

Pero ahí no queda la cosa, no. El diario del domingo incorpora "gratuitamente" una revista de esas del corazón, que no tienen nada que ver con la cardiología sino más bien con meretrices mediáticas que, eso hay que reconocerlo, generan mucha opinión en este país.

Total, que entre una cosa y otra, de los dos kilos que pesa el periódico nos hemos quedado en 300 gramos. Al quitarle también los sucesos, la publicidad y las cotizaciones de bolsa, pues no daría ni para un bocadillo si convirtiésemos su peso a mortadela.

Y todo eso termina en la basura a las pocas horas. Dos kilos de papel que salieron de 30 kilos de árbol y 200 litros de agua, aparte del combustible para el transporte de cada etapa, las tintas de impresión y el consumo energético de la rotativa... para diez o quince minutos de lectura sobre crisis energética, calentamiento global y políticas de sostenibilidad. ¡Con un par...!

Hace ya un tiempo que sólo leo la prensa por internet. La verdad, no tengo ni idea de cuantas toneladas de CO2 he generado activando los motores de posicionamiento en los discos duros de los servidores, pero intuyo que infinitamente menos que si hubiera comprado la versión impresa. Vamos, que leer la prensa digital es algo así como apadrinar un bosque, sin "papeleo" de por medio.

PD: Otro día hablaremos de como cambiar nuestro modelo energético, aunque ya te adelanto que seguramente será poniendo a mil dólares el barril de petróleo (Brent o Texas, que nunca he sabido diferenciarlos). Y a lo mejor, ni aún así...

Saludos.