jueves, 5 de febrero de 2009

¿Qué es el cloud computing?

Seguramente, en los últimos tiempos habrás oído por todos lados el término cloud computing, si cabe con mayor intensidad a partir de Octubre cuando Microsoft anunció el lanzamiento de su sistema operativo Azure. Intentado aclarar qué es eso del cloud computing y qué implicaciones puede tener para la forma en que usas la tecnología, he elaborado este post. Espero que te sirva.


Primera cuestión para aclarar. Esto del cloud computing no es más que un revival del concepto que Sun introdujo hace ya más de dos décadas: "la red es el PC"; o dicho de otra forma, la capacidad de proceso desaparece de nuestro ordenador y existe en la red. Es decir, eso que Nicholas Carr llamó en su momento utility computing: yo llego a un sitio en el cual recibo (con cable o sin cable), no tan sólo comunicaciones, sino también capacidad de proceso.

Es decir, imaginemos que nuestro ordenador fuera tan sólo un navegador web. Y que todo se ejecute en Internet, de forma que con este navegador accedemos a todo: las páginas que queremos ver, obviamente, pero también el proceso de textos y las hojas de cálculo (al estilo de lo que ya hace Google Docs) y también la contabilidad de mi empresa o mi aplicación de diseño gráfico.

Al interpretar el conjunto desde esta perspectiva, se entienden perfectamente los motivimientos de Google lanzando su navegador Chrome o todo el revuelo que hay alrededor de los netbooks, ordenadores muy sencillos y económicos para, principalmente, conectarnos a Internet.

En definitiva, en el término cloud computing, la nube equivale a Internet; lo cual no deja de tener su lógica porque suele ser habitual que al explicar lo que es Internet, la pintemos como una nube; estuvo fino el que le puso el nombre.

Y el concepto es que, al final, cada vez nos importa menos dónde se procesen nuestras transacciones y ¡ojo al dato y que nadie se asuste! dónde están nuestros datos. Lo importante es que cuando yo me conecto, una vez que introduzco mi clave tengo acceso a todos mis datos: fotos, música, documentos, etc.

Es decir, que si estoy en un bar y tienen un cacharrito tipo Microsoft Surface en la mesa en la que estoy sentado, sólo con poner mi DNI en la mesa ya podré acceder a todo lo que tengo en la red y podré escribir o modificar mis fotos. Si luego voy a casa y cojo mi netbook, sigo haciendo lo que estaba haciendo. Y luego en mi equipo de sobremesa (si sigue existiendo, obviamente), más de lo mismo. Y cuando estoy en un móvil, lo veo todo de forma distinta ya que la pantalla restringen en gran medida mis posibilidades.

En definitiva, imagínate que desaparece el bloque central de tu ordenador. Y que tu monitor, teclado y ratón se conectan a la pared, justo al lado de donde tienes el enchufe de corriente. En el monitor te aparecen una serie de casillas para identificarte, quizás teniendo que introducir una tarjeta tipo DNI para confirmar la identidad. Y, a partir de ahí, se abre un navegador en el cual empiezas a gestionar todas tus necesidades exactamente igual a como lo haces actualmente. Sólo que al irte desplazando de lugar, no tienes que llevar nada más que tu identificación.

La verdad es que es el escenario exacto que vi en las oficinas de Sun en Madrid hace 4 años aproximadamente. Cada trabajador llevaba una tarjeta colgada del cuello y se sentaba en cualquier terminal, metía su tarjeta en una ranura y empezaba a trabajar. Sacaba la tarjeta, se desplazaba a otro terminal, metía la tarjeta y donde mismo lo había dejado. La gran diferencia es que ahora está disponible para todos y en todo lugar, no sólo en una oficina.

Y si todo esto es así, ¿para que es necesario un sistema operativo, se preguntarán algunos? Bueno, el sistema operativo será el que controle todo el proceso anteriormente descrito en el lado de la nube, de la cloud. Digamos que será la plataforma sobre la cual los técnicos desarrollarán los programas que luego tú usarás, pero también será aquello que controlará a qué tienes acceso y durante cuánto tiempo lo usas para luego facturarte, en su caso, adecuadamente.

Es decir, en vez de pagar una licencia de Office (si actualmente la pagas), ahora lo que pagarás será el tiempo de uso que hagas de esa licencia, quizás también dependa del tipo y número de funciones que emplees. Lo cual hará que el propio concepto de piratería del software se vaya a ver sustancialmente modificado.

Luego está el tema de los datos. Para realmente poder ir de un sitio a otro y seguir teniendo todo lo que necesitamos, también tendríamos que poder almacenar en la red todos nuestros datos. Cosa que actualmente, al menos a un precio razonable, es complicado de hacer. Así tienen cada vez más sentido los rumores que apuntan a que Google ofrecerá dentro de poco un disco duro de red. Si en Gmail te dan 7 Gb, en el disco duro espero que te den 15 ó 20 como mínimo. Suficiente para contener buena parte de las necesidades de datos de una persona en 2009. Luego cada vez necesitaremos más porque las fotos tendrán más megapíxeles y ocuparán más, pero ya Google nos dará más espacio de disco.

Y, por supuesto, un tema fundamental es que las comunicaciones funcionen siempre y sean de alta calidad. Que sean fiables, que podemos depender de ella. Más o menos como nos pasa hoy con la electricidad. A ese nivel hay que llegar.

Si te sigue resultando extraño el concepto o tienes miedo con el tema de los datos, piensa que probablemente tu correo electrónico lo uses en modo cloud computing. Si tienes cuenta en gmail, en yahoo, en hotmail y accedes a ella a través de un navegador desde cualquier ordenador, YA ESTÁS TRABAJANDO CON LA NUBE. Ahora lo importante es que nadie nos baje de ella.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial Jacques, un placer leer este post

Saludos,
Felipe

Jordi Aymar dijo...

La idea no es mala, del todo, pero como todo también tiene sus desventajas. Dependeremos en todo momento de esa red, de tener acceso a ella, y supongo que de un acceso a internet tan ultrarápido que sirva para algo que la velocidad de proceso no la tenga nuestra computadora. Costará que la gente guarde sus cosas en un servidor que no es tangible para ellos, pero supongo que tiempo al tiempo. Creo que aún falta tiempo para que una tecnología así pueda implantarse, podría hacerse más rápido, pero primero las grandes empresas han de amortizar mucha tecnología aún que nos dan con cuentagotas. No creo que sea tan fácil eliminar el procesador... y la tarjeta gráfica, quien moverá los gráficos...??? El único problema es la velocidad de transmisión.

HGC dijo...

Por poner un escenario adverso, y ser un poco pesimisita o incluso apocalíptico...¿qué pasaría si la o las empresas depositarias de toda mi información digital (fotos, videos, documentos...etc) quiebran, desaparecen, o sufren un colapso/caída de sus sistemas - y éste no es temporal, sino más prolongado-? ¿Quién me garantiza que como usuario podré recuperar los archivos que durante toda mi vida he ido almacenando en esa "nube"? ¿Pasará como con las maletas extraviadas durante un viaje, que pueden no aparecer nunca y las compañías aéreas solo me ofrecen una indemnización insignificante (salvando además las enormes distancias, puesto que el valor de unas fotos familiares para mí es muy superior a cualquier compensación económica que me ofrezcan)?...¿tendremos por precaución que seguir haciendo nuestras copias de seguridad?...¿dónde reside en última instancia la ventaja de tener toda mi información en la "nube", accesible, si paralelamente tendré que seguir actualizando mis discos duros propios?¿no será más fácil llevármelos encima y trabajar directamente en ellos?...

Jose Frechín dijo...

La posibilidad de perder los datos en la nube existe igual que en local, si se estropea el disco duro, entra un virus o lo que sea. La solución también es la misma, copias de seguridad, personalmente hago backups programados de una nube a otra.

Este tema no es un futurible, está ya aquí, servicios como dropbox permiten la sincronización de archivos de forma casi transparente al usuario, usándolos en local durante la edición y sincronizándose automáticamente a cuentas online en cuanto se guardan.

Los riesgos o las dudas, parecen estar más del lado de la seguridad y privacidad.

Jordi Aymar dijo...

Pues por eso mismo seguiremos necesitando un disco duro, aunque sea para esa "copia de seguridad", al final igual que ahora. Claro que en unos años el disco duro de 1000Terabytes estará integrado en el propio "monitor" tactil y móvil y nos dará igual el espacio que ocupe, pq apenas será importante.