"Economía a lo Tarzán" y los modelos de negocio de la industria musical
Parece un tema recurrente de este blog, sin duda, pero es con diferencia uno de los sectores en el que más cosas están pasando y donde probablemente estemos asistiendo a tendencias que luego se darán también en otros sectores.
El post de hoy es a cuento de una entrevista que le hacen en Universia Knowledge@Wharton a Jim Griffin, consultor del Warner Music Group. Acostumbrado a las cosas que suelen contar los directivos de la industria musical de por estos lares (de los de la SGAE ni hablo), me resultó alucinante (en sentido positivo) leer la entrevista con este directivo de la industria. Recomiendo vivamente su lectura, al menos la primera parte, pero intentaré resumir a continuación las cosas más interesantes:
- Reconoce que la industria musical está colgada de una liana a lo Tarzán y que, mientras esa liana les siga impulsando y siga siendo rentable, muchos no ven la necesidad de buscar otra liana de la que agarrarse.
- Explica cómo fue en 1847 en Francia cuando empezaron los actualmente conocidos como derechos de autor (no he verificado esto, pero no tengo razón para dudar de lo que cuenta) y cómo, en aquella época, parecían algo totalmente disparatado e ingestionable desde el punto de vista práctico.
- En función de lo anterior, en esa época asistimos a una transición del servicio hacia el producto y que ahora lo que está ocurriendo es una vuelta al servicio, siendo necesario encontrar un modelo de ingresos alrededor de los servicios en vez de alrededor de los productos (la nueva liana, que resulta ser una ya usada en el pasado).
- Explica por encima un modelo que están probando desde 2008 en universidades americanas denominado Choruss; buscando el término en Google aparecen numerosas referencias a la época de lanzamiento del producto, pero poca cosa acerca de los resultados que realmente se están obteniendo. Es un sistema basado en licencias de pago voluntarias con un enfoque distinto, por lo que parece se podría llegar a pagar por usar un tipo de música únicamente o una tarifa por uso.
Por cierto, si realmente la música se transforma en un servicio, ¿dejarían de tener sentido los iPods y demás dispositivos reproductores de mp3?
1 comentario:
Sin duda, es la madre del cordero. ¿Qué va a pasar en la industria editorial? ¿En la periodística? ¿Y en la cinematográfica (a la cual el 3D puede ayudar a salvar un tiempo)? ¿Y en las demás que vendrán detrás? Es necesario que haya gente devanándose los sesos tratando de mirar hacia adelante.
El tema de los libros digitales clama al cielo...
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