martes, 14 de febrero de 2006

Fuerza de trabajo: un sistema que todavía es inestable

Una de las mayores críticas que suelen hacer mis alumnos al tema de la aparición de la Sociedad de la Información y del Conocimiento es el relativo a la importante pérdida de puestos de trabajo que está suponiendo. Principalmente se refieren al hecho de la externalización de servicios (call centers, desarrollo de aplicaciones, etc.) hacia países como China, India o, en un ejemplo más cercano, Marruecos, aprovechando los bajos costes de estos países. Debido a ello, hemos asistido a despidos masivos en Occidente, que es la queja que me suelen trasladar.

Antes de seguir, quizás deberíamos tener en cuenta el planteamiento de que posiblemente esta sea una vía de desarrollo para esos países. Es decir, que siempre hablamos de lo de ayudar al Tercer Mundo y ese tipo de cuestiones, pero cuando vemos movimientos como este nos gustan menos porque "tocan lo mío". Es decir, está bien ayudar, pero "con lo de otros".

Pero no es este el objetivo de este post. El tema está en que recientemente Miguel Amigot, director de IBLNews ha comentado una tendencía que se está dando con importancia creciente en EE.UU. Él lo denomina homeshoring como contrapuesto a offshoring...

Frente al offshoring del trabajo (esto es, el outsourcing en países como India y China) está irrumpiendo con fuerza en EE.UU. la alternativa del homeshoring. Consiste en contratar a personas, fundamentalmente amas de casa, mamás y jubilados estadounidenses de zonas rurales, que trabajan desde casa en labores de atención al cliente, a unos precios bastante inferiores a los de un empleado normal, y con la ventaja de conocer a fondo la cultura local, expresarse con más conocimiento y estar mejor preparados (más del 75 % poseen estudios universitarios, frente al 20 % de quienes trabajan en un call center).

Compañías como 1-800-Flowers.com y JetBlue Airways, que necesitan evitar la desconexión cultural con el cliente, practican esta política. Esta aerolínea dispone, por ejemplo, de 1.400 agentes que efectúan reservas desde su casa. Estos empleados, que según el tiempo que estén en el teléfono, se hacen cargo de su seguro de salud, equipamiento informático y su propia formación; además, son más leales. También firmas como Office Depot, J. Crew o McKesson cuantan con agentes en casa.

Según la consultora IDC, el número de empleos en homeshoring aumentó el año pasado en un 20 %, hasta los 112.000 empleos, y crecerá hasta los 330.000 en 2010.
Situaciones como estas son las que les suelo contar yo a mis alumnos. El mercado de trabajo está en estos momentos sometido a fuertísimas presiones que lo convierten en un sistema altamente inestable. Entiendo que en los próximos años veremos numerosos despidos masivos, incluso por cosas como el cierre de plantas de empresas de fotografía. Pero en el tiempo, estoy firmemente convencido de que en el mundo hay trabajo para todos. Solo hay que esperar a que la situación se estabilice y el sistema "converja" como se dice en terminología ingenieril.

2 comentarios:

Director Responsable dijo...

Estimado Jacques: te escribo desde Chile. Siento que en nuestro país nos estamos "farreando" una buena oportunidad de participar en este mercado de servicios. Nuestras deficiencias son fundamentalmente dos: el valor de la conectividad - a pesar de que disponemos de una tecnología de punta - la cual está condicionada por la voluntad de las empresas telefónicas que no están disponiendo de banda ancha a valores razonables y que incentiven su utilización masiva; lo segundo, es el manejo de un segundo o tercer idioma - principalmente el inglés - que se enseña mal y tardiamente. También es posible agregar otro elemento:los prejuicios existente respecto de trabajos de jornada parcial o rabajos desde el hogar. En la mente de una mayoría de los chilenos y chilenas existe la imagen convencional del trabajo - 40 horas a la semana, en un lugar distinto a la propia vivienda -. Sin embargo el tema que tú situas es un tema central a debatir en los próximos años.

Anónimo dijo...

¡Cuanta razón tienes en lo de "ayudar pero con lo de otros"! Incluso los propios sindicatos de los grandes almacenes, cuando se plantea la apertura los fines de semana, no estarían en total desacuerdo...."si contrataran a otros".
De todos modos, estoy convencido de que una solución para los despidos masivos es la flexibilización del mercado laboral y de algún modo la disminución de los costes extrasalariales (seguridad social fundamentalmente).
Saludos, Hiro.